Como papás nos encantaría asegurar una vida libre de miedo para nuestros hijos, queremos sepan sobrellevar las experiencias difíciles con alegría y valentía. Pero ¿será esto posible?
Todo conflicto es siempre una expresión de miedo… de haber decidido, consciente o inconscientemente, no amar. Por lo tanto, cuando estamos en conexión con el amor, el miedo no puede hacer presa en ti. Ahí está la receta para nuestra crianza.
Aunque no podemos evitar los futuros sufrimientos, dolores y experiencias de miedo que nuestros hijos tendrán que experimentar, si podemos cultivar en ellos vivir en amor. A partir de ahí, el proceso de deshacer el miedo puede resumirse en reconocer que lo que se está experimentando es miedo; que el miedo procede de una falta de amor y que el único remedio para la falta de amor es el amor perfecto.
Ahora, si nos limitamos a sólo enseñarles a reconocer únicamente el remedio, seguirán experimentando miedo. Sin embargo, la verdadera solución descansa en alcanzar todo por medio del amor. El miedo no es nada realmente y el amor lo es todo. Del miedo a la valentía hay un paso y con la práctica puede llegar a ser muy fácil darlo.
Te platico cómo se ve todo esto en la práctica… te comparto desde mi experiencia y te invito a crear tu propia forma de deshacer el miedo con amor.
Sabemos que los ruidos, la obscuridad, los bichos y hasta un par de villanos en las caricaturas pueden asustar muchísimo, pero esto suele remediarse observando con amor y curiosidad. Como dice mi maestro Gary R Renard: “no siempre tenemos elección con respecto a lo que experimentamos, pero sí podemos escoger cómo experimentarlo”.
Entonces, cuando mi hija expresa tener miedo, lo primero que hago es hacerla sentir segura con un abrazo, con mi compañía, con escucharla… es el primer paso de regreso al amor. Lo siguiente es invitarla a deshacer el miedo preguntando qué es lo que está causando temor para decidir si realmente es algo de lo que debemos tener prevención, cautela o podemos observar con menos miedo y con más curiosidad, con más amor.
Usando preguntas curiosas hemos descubierto que los truenos son las trompetas de los cielos, que la madera de los muebles canta, que la luz interior ilumina cualquier cuarto obscuro y también, datos de la imaginación de mi hija como: ese monstruo está de malas porque le aprietan sus zapatos.
En la próxima visita del señor miedo a tu hogar recuerda esta herramienta de descubrir un lado más amoroso a lo que estamos observando. Y antes de despedirme te dejo una cita de Un Curso de Milagros para inspirarte y animarte a seguir deshaciendo el miedo: “Reconoce en primer lugar que lo que estás experimentando es miedo. El miedo procede de una falta de amor. El único remedio para la falta de amor es el amor perfecto”. T-2. VI. 7:1-8
Un abrazo, Rebeca de Little Shoshin.
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